Parte de tratar una afección, no involucra solamente la administración de medicamentos, sino el brindar atenciones referentes a su bienestar mental y a su correcta alimentación, es por eso que la psicología de la salud y la nutrición son importantes para acompañar el proceso de una persona que padece alguna enfermedad.
A pesar de su introducción a finales de los 70 como un campo oficial, surgió en la década de los 60 en América Latina y se refiere a las contribuciones de la psicología al campo de la salud, en cuanto al estudio de cómo la conducta, creencias, actitudes y pensamientos influyen en la enfermedad.
Es decir, es el análisis de cómo los aspectos psicológicos se relacionan con el hecho de que una persona esté sana, y cómo es su respuesta cuando llega a tener un padecimiento, como las enfermedades crónicas degenerativas.
Un complemento de esta definición es que persigue saber de qué forma los elementos socioculturales, biológicos y ambientales influyen en escenarios de enfermedad.
Este campo psicológico se aplica en 4 ámbitos que puedes ver a continuación:
Promoción: aquí se brinda información a las personas acerca de temas de salud relevantes, que les formen hábitos de vida saludables.
Prevención: en este ámbito se identifican elementos que pueden ser perjudiciales para la salud y se busca evitarlos con el control de variables emocionales y actitudinales, y modificaciones conductuales.
Evaluación, tratamiento y rehabilitación: en este punto se considera su aplicación en casos específicos de enfermedades crónicas degenerativas.
Análisis y mejora: en esta fase los profesionales de salud identifican qué se puede mejorar en este sector, y brindan educación a los pacientes para que hagan uso adecuado de los servicios de salud.
La nutrición en pacientes crónicos tiene un papel relevante, ya que cuando una persona está sana, la alimentación no necesita ser especial, sin embargo, cuando se padece una enfermedad, esta y el tratamiento pueden alterar la manera en que el organismo utiliza ciertos nutrientes.
Previo a iniciar un tratamiento, una persona no puede saber qué efectos le podrá generar, o si va a desencadenar en un problema alimenticio, así que la recomendación de los expertos es llevar una dieta saludable que pueda ayudar al paciente a mantener un peso estable durante todo el proceso, de este modo podrá tener más fuerza y será menos probable que sufra de infecciones.
En estos casos, es importante consultar con el médico o dietista lo que se puede comer y cuáles medicamentos pueden ser de utilidad si surge algún problema alimenticio.
En caso de haber efectos secundarios durante el tiempo en que el paciente es tratado, es importante saber que estos por lo regular desaparecen en cuanto el proceso termina, pero algunos pueden perdurar, por lo que es muy indispensable su correcto seguimiento.
Es recomendable consultar con el médico para saber si se debe de evitar algún alimento, pedir al dietista o nutriólogo un plan de nutrición adecuado para la situación, fibra, frutas, verduras y alimentos integrales bajos en grasas, y evitar el alcohol y las carnes rojas en la medida de lo posible.
El apartado psicológico y la nutrición en pacientes crónicos son parte de la atención personalizada que se debe de brindar en una clínica de alta especialidad. Es por esto, que en Alivia les ofrecemos a nuestros pacientes el servicio de psicología y nutrición a lo largo de su tratamiento.
Como paciente nuestro, nos interesa ayudarte a mantener tu saluda, física y mental en esta etapa de tu vida. Por eso nuestros nutriólogos y psicólogos tienen el sello Alivia, para que estés seguro de que te comunicas con un especialista y profesionista altamente capacitado, que te dará un acompañamiento personalizado a lo largo de todo tu tratamiento.
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