Dormir bien no siempre es sencillo. El estrés, las pantallas electrónicas y ciertos hábitos pueden afectar más de lo que imaginamos. Por eso, mejorar la higiene del sueño se ha vuelto una prioridad para quienes buscan un descanso profundo y reparador. Si tú también quieres dormir mejor, aquí te compartimos una serie de recomendaciones para aplicar durante la semana y mejorar poco a poco tu calidad de sueño.

¿Qué es la higiene del sueño?
 La higiene del sueño es el conjunto de hábitos y condiciones que favorecen un descanso adecuado. No se trata solo de acostarse temprano, sino de cuidar tanto el ambiente como las rutinas diarias que impactan directamente en el sueño.

Consejos diarios para mejorar tu descanso:

  1. Establece horarios consistentes: Acostúmbrate a dormir y despertar a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y mejora la calidad del descanso.

  2. Desconéctate de la tecnología antes de dormir: Apaga pantallas como el celular, la computadora o la televisión al menos 30 minutos antes de acostarte. La luz azul interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

  3. Crea un ambiente adecuado: Procura que tu habitación esté fresca, oscura y silenciosa. Usa cortinas opacas, ajusta la temperatura y, si lo necesitas, considera el uso de tapones para los oídos o una máquina de sonido blanco.

  4. Cuida tu alimentación nocturna: Evitar cenas pesadas y el consumo de cafeína o alcohol por la noche. Una digestión ligera favorece un mejor descanso.

  5. Desarrolla una rutina relajante antes de dormir: Incorpora actividades tranquilas como leer, tomar un baño tibio o practicar respiraciones profundas. Estas acciones ayudan a tu cuerpo a prepararse para dormir.

  6. Mantente físicamente activo durante el día: Realizar ejercicio en la mañana o en la tarde puede ayudarte a dormir mejor por la noche. Evita ejercitarte justo antes de acostarte, ya que puede activarse demasiado.

  7. Evalúa lo que mejor te funciona: Reflexiona sobre cuáles de estos hábitos te han ayudado más y busca mantenerlos en el tiempo. Recuerda que cada persona tiene distintas necesidades, y lo importante es encontrar lo que a ti te funciona mejor.

Dormir bien, vivir mejor

Un sueño reparador mejora tu estado de ánimo, fortalece tu sistema inmunológico, incrementa la concentración y ayuda a prevenir enfermedades. Incorporar estas prácticas en tu rutina puede marcar una gran diferencia. Comienza hoy mismo a cuidar tu descanso: tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

 

En Alivia, Trabajamos por una Vida más allá de la Enfermedad.

 

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